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Si bien desde el punto de vista biosestadístico la Pandemia por el COVID-19 no ha generado una tasa de mortalidad elevada (si la comparamos ,por ejemplo, con el virus de la gripe estacional), si su tasa de contagio es significativamente alta. Por lo mismo, las medidas a adoptadas por el Gobierno han sido muy rigurosas, dentro de las cuales destaca la denominada cuarentena.
Todos hemos experimentado ese malestar o incomodidad que ha generado la pandemia al perturbar nuestro diario vivir. Sumado a la gran crisis económica que ya se siente debido al desplome de la actividad laboral que se vive no sólo en Chile, sino a nivel mundial. Pero cómo nos afecta desde el punto de vista psíquico todo lo que estamos viviendo. Para saber más al respecto, conversamos con la psicóloga Lucía Faldin Álvarez quien nos aclaró y oriento en cómo poder afrontar de mejor manera esta situación.
¿Qué problemas desde el punto de vista de nuestra salud mental puede generar el confinamiento que estamos viviendo tanto desde el punto de vista personal como familiar?
La situación mundial que se está viviendo por el COVID-19 genera en las personas distintas reacciones y emociones. Se ve un aumento de estrés, angustia, preocupaciones e incertidumbres, muchas relacionadas con el temor de salir de sus casas y contagiarse, miedo y preocupación constante de que se contagie un ser querido, la incertidumbre laboral y las preocupaciones por el futuro económico, la preocupación del futuro de sus hijos, etc. A esto hay que sumarle el confinamiento obligatorio, que también nos va a generar estrés, ya que hay un rompimiento en nuestras rutinas: hay un cambio en nuestras formas de comunicarnos con nuestros familiares, seres queridos, amigos, etc., debido al aislamiento social; el hecho de convivir 24 horas con nuestra pareja, hijos, familiares, entre otros; además, hay un cambio en las formas de ocio y de relajación que estamos acostumbrados. Todo esto se puede manifestar psicológicamente de distintas formas, dependiendo de los mecanismos de autoregulación y los recursos internos personales con los que cuente cada uno. Las formas más habituales son la ansiedad (en algunas personas la ansiedad se manifestará comiendo más de lo que habitualmente están acostumbradas), el miedo (pueden aparecer pensamientos catastróficos y anticipatorios, poniéndose las personas en los peores escenarios), la apatía, la frustración (por tener la sensación de no poder hacer nada para cambiar la situación), otras van a manifestarse con indiferencia, otras con irritabilidad, con estrés agudo, hiperactividad, pesadillas, depresión, insomnio, así como también sentimientos de soledad y aislamiento debido a la limitación de las limitaciones con los otros, etc.
¿Cómo podemos sobrellevar la gran cantidad de noticias negativas que vemos en los diferentes medios de comunicación y redes sociales en relación a la pandemia del COVID-19? ¿El ver este constante escenario negativo puede perjudicar nuestra psiquis?
Claramente el exceso de información que recibimos por todos los medios de comunicación, puede generar consecuencias negativas en nuestro estado mental y emocional. La sobreinformación puede generar un estado de alarma permanente, un aumento de estrés, angustia, ansiedad, preocupación, etc. Por ello la mejor forma de sobrellevar el tema, es evitando el excesivo y constante contacto con la información que entregan los medios, desconectarse de la televisión y noticias relacionadas con el Covid-19 por unas horas, buscar espacios donde poder entablar otros temas de conversación y/o hacer otras actividades que no estén relacionada con la pandemia. Además, es importante informarnos por fuentes confiable como los medios oficiales, ya que otros medios que no son oficiales, pueden contener información falsa, que genere a la vez mayor angustia y ansiedad.
¿Qué podemos hacer con los niños y los adultos mayores para lograr que éstos puedan distraerse en los hogares producto de esta cuarentena?
Las familias deberían aprovechar de pasar momentos de ocio juntos, sobre todo porque se trata de un momento especial para los niños y esto genera mejores lazos, vínculos y apego, mejora las relaciones entre ellos y sus padres. Es un momento para relajarse y compartir, el cual ayuda a aumentar la cercanía de las personas y la confianza. Por lo mismo se debe aprovechar esta instancia de confinamiento para compartir y dedicar un tiempo en realizar actividades en conjunto, donde puedan compartir todos los miembros familiares que componen el hogar. Por ejemplo, pueden cocinar en familia, hacer una receta donde puedan participar tanto los adultos mayores como los niños; se puede hacer juegos de mesa; hacer manualidades, como pintar, esculpir, dibujar, etc.; leer libros, contar historias, entre otros. Esto como menciono anteriormente ayuda a mejorar las relaciones interpersonales de los miembros familiares y a evitar el aburrimiento. Asimismo, se pueden generar rutinas de ejercicios (acordes a cada edad y condición física), ya que la actividad física es vital para mantener el buen ánimo tanto en adultos como en niños. Recordemos que ésta libera hormonas de endorfinas y serotonina, las cuales nos ayudan a sentirnos felices y tener un estado de ánimo tranquilo y relajado. Cuando las personas no tienen la oportunidad de desarrollar actividad física, presentan mayor frustración y aburrimiento. Algunos ejercicios que puedes hacer desde casa y que sea entretenido tanto para niños como adultos, es una carrera de obstáculos en el jardín, subir y bajar las escaleras, jugar al pillarse, jugar con una pelota al futbol o a las quemadas, a los países, jugar a la gallinita ciega, saltar la cuerda, juegos de mesa o simplemente crear una rutina de actividad física con abdominales, sentadillas, baile entretenido, etc.
Otro punto y no menos importante es mantener un estado de sueño-vigilia dentro de un parámetro de rutina, para que nuestro cuerpo y mente se mantengan activos y descansados, evitando dormir excesivamente o mantenerse despierto hasta altas horas de la noche.
Mantener siempre la comunicación con nuestros seres queridos a través de las redes sociales y así mitigar un poco los sentimientos de soledad y aislamiento.